Braulio Molina López
Fotogafias: Pepe J. Galanes
Por los descubrimientos arqueológicos de los últimos años, se puede afirmar que en las inmediaciones de Daimiel ha existido población desde los tiempos prehistóricos. Una cultura de la edad del Bronce.
Fotogafias: Pepe J. Galanes
Por los descubrimientos arqueológicos de los últimos años, se puede afirmar que en las inmediaciones de Daimiel ha existido población desde los tiempos prehistóricos. Una cultura de la edad del Bronce.
Las Motillas han dejado constancia de su existencia en las numerosas estaciones encontradas bajo los grandes montículos que esconden sus núcleos de población.
El descubrimiento y posterior estudio de la Motilla del Azuer, ha permitido a los investigadores obtener valiosísimos datos sobre la forma de vida de unas gentes que habitaron nuestra tierra en la llamada Edad del Bronce, hace más de tres mil años.
Un equipo del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada ha realizado, desde 1974, diversas campañas de excavaciones en la Motilla del Azuer, como parte de un extenso proyecto de investigación a largo plazo, encabezado por los profesores F. Molina y T. Najera, cuyas investigaciones han puesto de relieve el sincronismo y semejanza de estos asentamientos de La Mancha, con la cultura de El Argar.
Según el citado departamento de Granada, la ocupación de estos monumentos duró aproximadamente quinientos años (1800-1300 a.C) y sus pobladores se dedicaban fundamentalmente a la producción agrícola, especialmente cerealista, como lo prueba la abundancia de trigo y cebada encontrados en su interior.
Cultivaban también las hortalizas y leguminosas y otros recursos como la bellota.
Estas gentes prehistóricas criaban animales, pequeños rumiantes, perros y cerdos, y la elevada presencia de caballos, de avanzada edad, hace pensar a los estudiosos, en una actividad agrícola de tracción, así como su utilización para el transporte y la carga... se hallaron también, restos de ciervos y jabalíes que denotan una cierta actividad cazadora.
Su característico relieve cónico, entre seis y catorce metros de altura, por cincuenta metros de diámetro, responde a la existencia de una fortificación, donde existen pasillos, entre los diferentes lienzos, que pudieron utilizarse como vivienda, como lugares dedicados a la producción de cerámica o como almacén de cereales.
Numerosos han sido los hallazgos en la Motilla del Azuer, en su mayor parte cerámicas sin decorar; varios fragmentos de una ollita con cazoleta interior, un fragmento de pulsera de marfíl de unos seis centímetros de diametro, varios brazaletes de arquero de piedra rectangulares.
Se hallaron también numerosos objetos de cobre como una punta de flecha, un punzón y un fragmento de crisol de arcilla, que pone de manifiesto la actividad metalúrgica del yacimiento, así como otros utensilios extraídos durante las distintas campañas de excavación.
El descubrimiento y posterior estudio de la Motilla del Azuer, ha permitido a los investigadores obtener valiosísimos datos sobre la forma de vida de unas gentes que habitaron nuestra tierra en la llamada Edad del Bronce, hace más de tres mil años.
Vista aérea Motilla del Azuer
Un equipo del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada ha realizado, desde 1974, diversas campañas de excavaciones en la Motilla del Azuer, como parte de un extenso proyecto de investigación a largo plazo, encabezado por los profesores F. Molina y T. Najera, cuyas investigaciones han puesto de relieve el sincronismo y semejanza de estos asentamientos de La Mancha, con la cultura de El Argar.
En los estudios de la Motilla del Azuer se descubrió en un primer momento una torre central reforzada por varios muros, constituyendo un sistema de fortificación alrededor del cual se encuentra el poblado compuesto por cabañas dispersas, y en las siguientes investigaciones se documentarios varios sepulturas que sacaron a la luz los rituales funerarios de esta cultura, entre los que destacan introducir al individuo en una urna, acompañado de ajuares, en posición de decúbito lateral, enterrados bajo las habitaciones del poblado.
Enterramiento en La Motilla del Azuer
Estas Motillas pueden ser consideradas como un centro de control y almacenamiento de las cosechas agrícolas, según la propia naturaleza de la fortificación, con la localización de almacenes en su interior.
Según el citado departamento de Granada, la ocupación de estos monumentos duró aproximadamente quinientos años (1800-1300 a.C) y sus pobladores se dedicaban fundamentalmente a la producción agrícola, especialmente cerealista, como lo prueba la abundancia de trigo y cebada encontrados en su interior.
Cultivaban también las hortalizas y leguminosas y otros recursos como la bellota.
Estas gentes prehistóricas criaban animales, pequeños rumiantes, perros y cerdos, y la elevada presencia de caballos, de avanzada edad, hace pensar a los estudiosos, en una actividad agrícola de tracción, así como su utilización para el transporte y la carga... se hallaron también, restos de ciervos y jabalíes que denotan una cierta actividad cazadora.
Estas culturas buscaron asentarse en las tierras llanas de La Mancha, junto a los ríos o en las zonas pantanosas, constituyendo hoy un interrogante su especial asentamiento, que los expertos intentan explicar mediante hipótesis.
Su característico relieve cónico, entre seis y catorce metros de altura, por cincuenta metros de diámetro, responde a la existencia de una fortificación, donde existen pasillos, entre los diferentes lienzos, que pudieron utilizarse como vivienda, como lugares dedicados a la producción de cerámica o como almacén de cereales.
Numerosos han sido los hallazgos en la Motilla del Azuer, en su mayor parte cerámicas sin decorar; varios fragmentos de una ollita con cazoleta interior, un fragmento de pulsera de marfíl de unos seis centímetros de diametro, varios brazaletes de arquero de piedra rectangulares.
Se hallaron también numerosos objetos de cobre como una punta de flecha, un punzón y un fragmento de crisol de arcilla, que pone de manifiesto la actividad metalúrgica del yacimiento, así como otros utensilios extraídos durante las distintas campañas de excavación.
Hallazgos en La Motilla del Azuer
Del estudio de la Motilla del Azuer, junto a su cultura cerealista, la cría de animales domésticos y los hallazgos de otra fauna salvaje, deducen los responsables de este estudio, la existencia en su entorno de un paisaje parecido al actual, en el que existirían bosques y las zonas pantanosas serían mayores que en la actualidad.
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