jueves, 19 de marzo de 2015

Los sitios históricos Daimiel

Braulio Molina Lopez
Fotografías: Pepe J. Galanes

 En el entorno de Daimiel se encuentran distintos parajes que han dado pulso histórico y documental a nuestro pasado. Lugares donde nuestros antepasados protagonizaron sus andanzas y vivencias y que  justifican hoy la existencia de nuestro pueblo.


Situada al sur de Daimiel se levantaba en el pasado una pequeña población llamada Barajas. De ella dijo el Sr. Madoz que fue un caserío de cristianos y que allí se alojó el ejército del Rey, al mando del capitán Melendo Arias, para participar en la batalla por la conquista del castillo del Tocón. Fue Barajas el escenario de una espectacular batalla librada en 1442, entre los caballeros del Comendador mayor y los que seguían al Clavero; finalmente venció el Clavero y el Comendador Mayor fue hecho preso en la batalla y recluido en el castillo de Calatrava la Vieja.

El trajín de los viajeros de otros tiempos encontraba su descanso en la Venta de Borondo.      Situada al sur de Daimiel, fue identificada por algunos estudiosos, como la mansión Mariana del Itinerario de Antonino y el Sr. Corchado dice que pudo ser paso de la vía romana de Toledo a Andújar. En la contestación de Bolaños de 1722, se la cita: “Al norte un monte, la Moheda, que atraviesa el camino Manzanares, en cuyo comedio y a mano izquierda está una venta contigua, nombrada de Borondo”.

Bañada por el rio Azuer, describe el Sr. Madoz la dehesa de Moratalaz, también llamada lugarcillo amurallado; en cuyos campos de levantaba una población de origen árabe. Manifiestan sus cimientos haber sido cuadrados, levantándose sobre ellos los torreones que formaron un castillo. Tras estudiar sus ruinas y el lugar, el Sr. García Noblejas la describe detalladamente: “construida con piedra caliza, unida con argamasa de gran consistencia… detrás del torreón pasa el llamado camino de Daimiel. En toda la zona abundan las cuevas, indicando cual fue la habitación elemental de nuestros primitivos pobladores.

El río Guadiana parte en dos a la enorme dehesa de Zacatena; fructíferos campos donde el geógrafo árabe Edrisi situara la existencia de una pequeña población. El rey Alfonso VIII otorgó a la Orden de Calatrava un privilegio de esta dehesa para el pasto de ganado caballar. En el año 1596 se nombró un guarda mayor que siendo caballero tuvo el titulo de Alcaide de Zacatena y que residía en la llamada casa de los guardas.
Integrada ya en el término de Daimiel fue vendida en 1783 al caballero de Santiago D. Pedro Sáenz de Santamaría, por un importe de cinco millones de reales.

Asegura el Sr. Corchado que el estrechamiento producido en el rio Guadiana, donde se levanta el molino de Zuacorta, pudo ser utilizado como paseo de una vía romana. Su propio nombre indica su origen árabe, permaneciendo posteriormente en la Orden de San Juan hasta el siglo SVIII. En 1950 aparece conceptuada como anejo de Zuacorta, central eléctrica situada a ocho kilómetros de nuestra ciudad y con un censo de treinta y cinco habitantes y veintinueve edificios.

Otro de los sitios históricos de Daimiel, Las Cruces pudo estar santificado desde tiempos muy remotos. Don Inocente Hervás da noticia de una senda de los mártires que pasaba por el sitio del santuario, a  la vez que asegura la existencia en el pasado de una torre romana en el lugar que vigilaba el camino de Andalucía a Toledo. Allí, dice el mismo historiador, hubo después un reducto musulmán y reconquistada esta tierra decidió la Orden de Calatrava fundar en este sitio un pueblo, pero este llamado La Tamarosa, no prosperó por lo que se decidió repartir su jurisdicción entre Daimiel y Torralba.


Especial atención merece en el contexto histórico de Daimiel el paraje de Las Tablas. Conocidas desde antiguo como uno de los cazaderos más importantes de nuestro país. Desde que el infante Don Juan Manuel las describiera, en el siglo XIV, como un lugar perfecto para la caza, muchos han sido los personajes importantes que se han dado cita en estas ricas aguas, y entre los que figuran el rey Alfonso XII, Felipe II, o el propio Alfonso XIII, así como una larga lista de militares importantes, hasta el punto que a la isla de “las cañas” se le llamó la isla de los generales.


Lugares importantes como el sitio del Azuer, donde se construyó un apeadero ferroviario, las Motillas, asentamientos de la Edad del Bronce; Curenga, despoblado donde se levantó el molino del Nuevo; Jetar, Madara, Torroba o Xiuela, posible fortaleza de donde el rio Cigüela tomó su nombre.

Todos estos lugares ponen de manifiesto la importancia histórica de nuestro entorno, donde se han librado sangrientas batallas y han convivido distintas civilizaciones con sus culturas y sus religiones y que en definitiva han forjado, día a día, el sentir de nuestra história.