miércoles, 26 de enero de 2011

Historia de Las Tablas

Braulio Molina López
Fotografías: Pepe J Galanes
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       Fueron los cazadores quienes siglos atrás las descubrieron definiéndolas como un paraíso ornitológico, como una zona privilegiada por la naturaleza, poblada de aneas, masiegas y plantas acuáticas.
Del año 1375 data la primera referencia histórica que de Las Tablas se tiene; fue cuando el Infante Don Juan Manuel las describe, en sus apuntes de caza, como un lugar perfecto para esta práctica, afirmando que están bajo la propiedad de la Orden de Calatrava.

       Dos siglos después, en el apartado que al agua de Daimiel dedican las valiosísimas Relaciones de 1575, se dice de ellas: " Ay muchos tablares de agua muy hondos y muy grandes donde se crían muchos géneros de aves... y  muchos barbos y anguillas y otros peces".
Julián Settier habla en su obra de los Escuderos, auténticas arañas de río, criados como nutrias por un padre cazador de sanguijuelas que fueron formados por "Cañones" (diestro cazador de oficio); ellos han sido los constantes guardas de las lagunas y los servidores de los grandes personajes de relevancia que se embarcarían para cazar en estas ricas aguas.

      A mediados del  siglo XIX, sobre el año 1860, procedente de Valencia llegó a Daimiel Don Francisco Martí de Veses, se asoció con "Cañones" y se acompañó del mayor de los Escuderos con el objetivo de impulsar la sociedad de cazadores... acondicionó al estilo de La Albufera de Valencia y comenzó la construcción de pequeños barcos de fondo plano, puestos de madera, cimbeles y todo lo necesario para sus objetivos.
Atraído por él llegó más tarde  a Daimiel el general Milans del Bosch, que arrendando varios puestos tomó por guardia a Perico Escuderos;  él fue el primero en llegar de una larga lista de visitantes importantes como Prim, el Duque de La Torre y otros altos militares, hasta le punto que a la isla de "Las Cañas" se le llamó "La Isla de los Generales".

       En pleno apogeo  y convertido ya en un afamado cazadero, llegó a Las Tablas,  en el otoño de 1885, el Rey Alfonso XII. Comenzaba a alborear,  dice Settier, cuando Su Majestad se embarcó con Martín de Veses; era el inicio de una cacería en la que el valenciano cargaba la escopeta a Don Alfonso, a la vez que le instruía en la forma de hacer el tiro. En tres horas el Rey disparó 344 veces y mató 132 aves;  después quiso quedarse para participar en la recogida de aves y más tarde marchó a Madrid con 430 palmípedos que sirvieron como regalo para la familia real. Cuando el monarca bajó del tren al llegar a la capital de España, le dijo al presidente del consejo, que le esperaba, " hoy ha sido uno de los días más felices de mi vida".
Alfonso XII

       La historia de Las Tablas vendría marcada en las siguientes décadas por la sucesión de otras sociedades de cazadores, mientras que en 1910 en la "Unexplored Spain" inglesa se describía su riqueza ecológica a la vez que las calificaban como uno de los principales refugios de aves acuáticas de Europa.

      Llegada la guerra civil, en 1936, se suspenden hasta 1940 las cacerías organizadas y cazan libremente los vecinos de Daimiel, lo que facilitó, durante la contienda, que las familias sacaran adelante a sus hijos con los recursos de Las Tablas: los patos, los peces y las aneas. En los siguientes años a 1945 cesan las actividades de las sociedades de caza organizada, quedando libre de esta práctica para a todo el que quiera practicarla y ya en 1959 se prohibe la caza de patos, pero esta prohibición se anularía para que el 17 de octubre de 1965 pudiera cazar en sus aguas el anterior Jefe del Estado, Francisco Franco. Unos años después, en 1966, apareció la Ley de Reserva Nacional de Caza. 
En aquellos tiempos casi trescientas familias, en su mayoría de Daimiel, se asentaban en las chozas de pescadores situados a lo largo del Guadiana, donde vivían de la pesca como único recurso para subsistir. Una de estas familias era la de Antonío Moya; nacido y criado en Flor de Ribera, gran conocedor de todos los secretos de la navegación y audaz pescador, sacó adelante a sus doce hijos gracias a los generosos recursos que allí existían.

       Con las obras de canalización de los ríos manchegos, a finales de la década de los sesenta, se aprecia una alarmante bajada de nivel de las aguas que motiva una fuerte polémica internacional obligando al Gobierno a la paralización de las obras.
Año 1969 drenando el Guadiana en Molemocho

      Después la serie televisiva "El Hombre y la Tierra", dirigida por Félix Rodríguez de la Fuente, dio a conocer a todos españoles la riqueza de su flora y fauna. Fue también el Dr. Rodriguez de la Fuente quien, de alguna forma, abanderó la lucha en defensa de este importante humedal, consiguiendo qu el 28 de junio de 1973 se convirtieran sus 1875 hectáreas en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.

      Julián Settier habla en su libro "Caza Menor" del paraíso terrena dedicándoles verdaderas expresiones de amor y cariño, pero fue Francisco Pérez Fernández, en su trabajo dedicado a Daimiel en 1958, quien las describe de una manera hermosísima, cita con la que quiero terminar esta breve reseña histórica sobre nuestro Parque: " todo el complejo sistema de replazas o tablas de agua, trochas  y malezas, con sus abrigos y cobijos, en el tortuoso paraje de mil laberintos es el auténtico paraíso de los patos y de otras muchas aves ribereñas".