sábado, 14 de marzo de 2015

La Iglesia de Santa Mária

Braulio Molina López
Fotografías: Pepe J. Galanes


La iglesia de Santa María es la más antigua de Daimiel, su propio nombre indica los orígenes de la Edad Media tiempos gloriosos en que a las iglesias y ermitas que se edificaban se las bautizaba con el nombre de la madre de Dios.

El reconocimiento oficial y la mayoría de los investigadores de nuestra historia, parecen estar de acuerdo a la hora de clasificar a nuestro tempo más antiguo y así el historiador Don Inocente Hervás afirma en su diccionario que “la fábrica de esta iglesia, gótica y ojival, indica haberse levantado en el siglo XIV”, sin embargo otros estudiosos, aún sin descartar esta procedencia, ponen de relieve algunos misterios existentes, en sus capiteles, argumentando la posibilidad de un origen templario, lo que nos llevaría a cuestionar su antigüedad.

Dice Madoz, en su diccionario de 1845, que se encontraron en varios sitios los escudos de los templarios, por lo que se  creé haberles pertenecido y se juzga de su antigüedad, y Santos García Velasco, en su trabajo dedicado a Daimiel, argumenta esta posibilidad siempre como hipótesis, exponiendo como base fundamental los signos esculpidos en los capiteles, a  la vez que hace importantes reflexiones sobre la estancia de los templarios en el entorno de Calatrava la Vieja. Estos, dice García Velasco, pudieron dejar huellas que hoy vemos en la iglesia de Santa María, y después se pregunta ¿cuándo pues se construyó esta iglesia de Santa María y por quienes?
Cruz Templaria

Todos los indicios apuntan a que este templo data de finales del siglo XIV, pero el misterio de estos símbolos quizá esté por resolver y el autor de este artículo  se limita simplemente a exponer las distintas consideraciones que sobre el tema hay.
Santa María es hoy en su interior, como se piensa fue en el pasado. Cuatro grandes pilares mantienen la estructura, rodeados de columnas adosadas, en cuyos capiteles se encuentran los signos ocultos objeto del interrogante.

Situado en la pared norte de la iglesia, con unos grandes ojos, está esculpido el rostro inmutable, otros como el capitel de la serpiente, la sirena o el ángel de la Torre zona algunos de los signos mágicos que nos muestran el arte misterioso de otros tiempos.

En el ábside se hallaba la sillería del coro, ya desaparecida, que constaba de treinta sillas altas de nogal construidas sobre el año 1666 y a la que Madoz describió tallada con el mayor gusto y delicadeza. En el interior del templo se recuerda también, los retablos y altares, como el de Santa Teresa, así como dos cuadros de “San Pablo Ermitaño” y “La Adoración de los Reyes”, y pintado sobre el Altar mayor, dice Portuondo, que se representaba “La Trinidad” en un medallón, delicado, armónico y espiritual.
Interior del templo

Numerosas  han sido las reformas a las que a través de los años se ha sometido a nuestra iglesia de Santa María y que nos privan de apreciar hoy este monumento histórico en todo su valor arquitectónico, sin embargo en la parte norte exterior podemos contemplar gran parte de su construcción original, donde destacan tres contrafuertes rematados en agujas sobre uno de los cuales se encuentra una cruz con sólo el, pie dos brazos laterales, de la que da cuenta García Velasco en su obra, afirmando que se trata del emblema utilizado por la Orden del Temple y que su forma de T es la letra griega tau.
En la parte norte se aprecia gran parte de su construcción original

Respecto de la torre, esta es muy posterior a la construcción del edificio y la creencia más generalizada es que se levantó en el siglo XVI. Las primeras campanas se consagraron por el obispo de Troya, en el año 1620 y después Madoz da cuenta de que en el año 1816 sufrió grandes daños a consecuencia de una tormenta y que fue reedificada dos años después.

La torre fue reconstruida en 1818

Algunas de sus reformas consistieron en adosar la sacristía al templo, la construcción de la galería sobre la puerta principal, llamada del sol. Se doró también la bola y la veleta, se reparó varias veces al retablo mayor y se cegó la puerta situada en el muro oeste, detallada expresión del arte gótico en nuestra ciudad.
En el coro bajo de la iglesia se le dio sepultura, en 1825, a don Joaquín Ibáñez Cuevas, “Barón de Eroles”. La lápida la situó en su lugar original el párroco Don Julio Mata.

En la lápida que podemos ver dentro del templo se puede leer la siguiente inscripción: "Aqui yace el Excelentisimo  señor don Joaquín Ibáñez Cuevas, barón de Eroles, capitán general de los exercitos. Caballero Gran Cruz de la Real Orden de San Luis y Oficial de la Legión de Honor.

Lápida del Barón de Eroles en el coro bajo de la iglesia

Falleció el 22 de agosto de 1825, a los cuarenta años de edad después de haber prestado a su rey y patria esclarecidos servicios. Su familia perdió un esposo y un padre tierno y sus amigos un buen amigo. El rey y la religión uno de sus más ilustres defensores. Rogad a Dios por él".

En la partida de defunción firmada por el cura teniente de Santa María, Don Isidro Ráez, se dice que falleció en la rinconada llamada de San Antón y que se le da sepultura en la misma iglesia con asistencia de ambos cabildos eclesiásticos y la comunidad de Religiosas Carmelitas Descalzas, en el hueco que se halla al lado derecho del coro.

Partida de defunción del "Barón de Eroles" en el archivo de Santa María.

La iglesia de Santa María es sin lugar a dudas el monumento más importante de nuestro pueblo, sus piedras lanzan, en su lenguaje mudo, el mensaje de una importante labor cultural que allí se llevó a cabo.
LOS SIGNOS OCULTOS DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA (esculpidos en piedra)


EL ÁNGEL DE LA TORRE: Situado bajo el rosetón de la Fachada Oeste ypor su parte exterior. Es una cabeza de piedra que hace pareja con otra muy deteriorada y difícil de ver.

CAPITEL DEL CONEJO: Se encuentra entre la puerta del Baptisterio y el arranque de la escalera de salida. Representa un conejo que come que ofrece a lo que parece una figura humana.

CAPITEL DE LA SERPIENTE: Esculpido en el primer pilar del lado derecho, representa una serpiente que se enrosca alrededor de la piedra.

LA SIRENA: Está situada sobre uno de los pilares centrales, entre dos arcos, Es una mujer de largos cabellos y los brazos cruzados.

EL ROSTRO INMUTABLE: Esculpido en un capitel de la pared norte de la iglesia, es la expresión de la sabiduría oculta.


LA CRUZ TEMPLARIA: Sobre el muro exterior del lado Norte de la iglesia, tiene un solo pie y los dos brazos laterales.