Braulio Molina López
Imágen Ojos del Guadiana: www.tablasdedaimiel.com
Diversas y variadas son las opiniones que otros tantos estudiosos de la historia han vertido entorno al enigma del asentamiento del municipio romano de Laminium. Hacen algunos ponentes una calurosa defensa a la hora de afirmar que esta antigua ciudad se corresponde con el actual asentamiento de Daimiel basándose en argumentos analógicos y sobre todo en el llamado Itinerario de Antonino”.
Imágen Ojos del Guadiana: www.tablasdedaimiel.com
Diversas y variadas son las opiniones que otros tantos estudiosos de la historia han vertido entorno al enigma del asentamiento del municipio romano de Laminium. Hacen algunos ponentes una calurosa defensa a la hora de afirmar que esta antigua ciudad se corresponde con el actual asentamiento de Daimiel basándose en argumentos analógicos y sobre todo en el llamado Itinerario de Antonino”.
El clásico geógrafo Estrabón
afirma en su época que más debajo de los carpetanos están los oretanos: “La carpetania tocaba con la oretania cuya
capital era Oretum, por Laminium”, y en el Almagesto que PTolomeo elaboró
durante el reinado de los emperadores Antoninos, se le da a Laminium la
siguiente posición: 0 grados 20 minutos de longitud y 39 grados, 45 minutos de
latitud. Evidentemente esta situación geográfica parece coincidir con la
ubicación de nuestra ciudad o sus
alrededores.
El geógrafo Estrabón
Asegura Plinio, en tiempos del reinado de Nerón, que el río
Guadiana nace en el campo laminitano, lo que llevó a ciertos historiadores de
principios del pasado siglo a situar el enclave de Laminium cerca de las
lagunas de Ruidera. Pero lejos de esta deducción, ¿no es posible que la
creencia de los antiguos, con relación al nacimiento del río, coincida con el
resurgir de los Ojos en las llamadas fuentes del Anas?
Para el historiador valenciano,
sr, Cortés y López, la palabra Laminium se deriva del griego “Limneoeón”” que
no significa otra cosa que pueblo junto a lagunas o láminas de agua, y
exponiendo esta reflexión se pregunta: ¿No son lagunas los llamados Ojos del
Guadiana?, ¿No es cierto que en ellos es donde verdaderamente nace el rio para
serlo de continuo curso y no en las lagunas de Ruidera?, ¿No están cerca de
Daimiel las lagunas llamadas Albuera, La Nava y Escoplillo?, y tras hacer un trueque de letras termina
afirmando que entre los nombres de Daimiel y Laminium no hay más diferencia que
las letras L y D.
La aparición de una lápida en
Fuenllana, en la que figuraba el nombre de Laminium, llevó al padre Flórez a
asegurar que esta ciudad romana había estado ubicada en esta villa y fue la
principal base para que le historiador don Inocente Hervás y Buendía modificara
este argumento para hacer público que este antiguo asentamiento se correspondía
con la actual Alhambra.
En esta lápida se decía que Livio
Lupo hacía una ofrenda al genio de Laminium, una especie de voto a sus dioses.
Con este hallazgo la teoría parecía tomar forma, hasta que la aparición de
otras similares en Vilches, Sierra Morena y márgenes del río Tajo, la
deslegitimaron ya que es evidente que Laminium no pudo estar en varios sitios.
Otros historiadores, como don
Modesto Lafuente o don Pascual Madoz apuestan junto al Sr. Cortés y López, que
la antigua ciudad romana se asentaba en el lugar que ahora ocupa Daimiel; este
último historiador publicó en 1835 un interesante artículo a este respecto.
Argumenta el Sr. Cortés y López
que otro dato a su favor es que las piedras de afilar celebradas en la
antigüedad no nacen cerca de Fuenllana, sino un poco al oriente de Daimiel.
Tras estudiar detenidamente el “Itinerario de Antonino” se deduce la existencia
de un camino romano que salía desde Laminium a Toletum con una distancia de 95
millas o 23 leguas, y estas son cabalmente las que hay de Daimiel a Toledo.
Pasaba otro camino que salía de
Mérida para Zaragoza, por Laminium y Titulcia, contaban los romanos 82 millas
en este recorrido, que son las mismas que hay desde Daimiel a esta última
población.
También se sabe donde estaba
Sisapo, que es en Almadén de Azogue, el Itinerario nos da de Sisapo a Laminium
100 millas o 25 leguas, que es justamente la distancia entre Daimiel y Almadén.
Los pueblos intermedios, entre
Sisapo y Laminium, eran Carcubium (Caracuel) y Turrel , que pasando por el
puente romano del Jabalón se llegaba a Mariana (Almagro), de allí a Laminium y
de aquí con 40 millas a Alces (Alcázar de San Juan).
Todo parece encajar en el
estudiado razonamiento del Sr. Cortés y López y nada importa la aparición de la
lápida en Fuenllana con la inscripción relativa al municipio laminitano, ya que
es conocido que estas dedicaciones se hacían por voto o religión y el que las
hacía las cumplía en el pueblo donde habitaba y este devoto pudo perfectamente
vivir en Fuenllana.
Otro argumento en favor de
Daimiel es la opinión de Juan Vosio en su obra etimologías, donde asegura que
la voz lama ha podido derivarse en Laminium y que ésta significa “ojos de donde
manan los ríos”, es ésta una evidencia más de la relación Laminium – Ojos del
Guadiana.
Itinerario de Antonino
En mi opinión el enigma está
servido y los futuros descubrimientos arqueológicos sin duda lo descifrarán,
pero en opinión del autor de este articulo, compartiendo la opinión del Sr.
Cortés y López, con alguna puntualización, quizá el asentamiento de Laminium no
se corresponda con la actual Daimiel pero si puede estar muy cerca de nosotros,
en el entorno de los Ojos del Guadiana.
Ojos del Guadiana
Daimiel no es Laminium, pero todo parece indicar que se encuentra enterrada en el entorno de los Ojos del Guadiana.