miércoles, 4 de marzo de 2015

Laminium

Braulio Molina López
Imágen Ojos del Guadiana: www.tablasdedaimiel.com


Diversas y variadas son las opiniones que otros tantos estudiosos de la historia han vertido entorno al enigma del asentamiento del municipio romano de Laminium. Hacen algunos ponentes una calurosa defensa a la hora de afirmar que esta antigua ciudad se corresponde con el actual asentamiento de Daimiel basándose en argumentos analógicos y sobre todo en el llamado Itinerario de Antonino”.


El clásico geógrafo Estrabón afirma en su época que más debajo de los carpetanos están los oretanos: “La carpetania tocaba con la oretania cuya capital era Oretum, por Laminium”, y en el Almagesto que PTolomeo elaboró durante el reinado de los emperadores Antoninos, se le da a Laminium la siguiente posición: 0 grados 20 minutos de longitud y 39 grados, 45 minutos de latitud. Evidentemente esta situación geográfica parece coincidir con la ubicación de  nuestra ciudad o sus alrededores.

El geógrafo Estrabón

Asegura Plinio, en  tiempos del reinado de Nerón, que el río Guadiana nace en el campo laminitano, lo que llevó a ciertos historiadores de principios del pasado siglo a situar el enclave de Laminium cerca de las lagunas de Ruidera. Pero lejos de esta deducción, ¿no es posible que la creencia de los antiguos, con relación al nacimiento del río, coincida con el resurgir de los Ojos en las llamadas fuentes del Anas?

Para el historiador valenciano, sr, Cortés y López, la palabra Laminium se deriva del griego “Limneoeón”” que no significa otra cosa que pueblo junto a lagunas o láminas de agua, y exponiendo esta reflexión se pregunta: ¿No son lagunas los llamados Ojos del Guadiana?, ¿No es cierto que en ellos es donde verdaderamente nace el rio para serlo de continuo curso y no en las lagunas de Ruidera?, ¿No están cerca de Daimiel las lagunas llamadas Albuera, La Nava y Escoplillo?, y  tras hacer un trueque de letras termina afirmando que entre los nombres de Daimiel y Laminium no hay más diferencia que las letras L y D.

La aparición de una lápida en Fuenllana, en la que figuraba el nombre de Laminium, llevó al padre Flórez a asegurar que esta ciudad romana había estado ubicada en esta villa y fue la principal base para que le historiador don Inocente Hervás y Buendía modificara este argumento para hacer público que este antiguo asentamiento se correspondía con la actual Alhambra.

En esta lápida se decía que Livio Lupo hacía una ofrenda al genio de Laminium, una especie de voto a sus dioses. Con este hallazgo la teoría parecía tomar forma, hasta que la aparición de otras similares en Vilches, Sierra Morena y márgenes del río Tajo, la deslegitimaron ya que es evidente que Laminium no pudo estar en varios sitios.

Otros historiadores, como don Modesto Lafuente o don Pascual Madoz apuestan junto al Sr. Cortés y López, que la antigua ciudad romana se asentaba en el lugar que ahora ocupa Daimiel; este último historiador publicó en 1835 un interesante artículo a este respecto.

Argumenta el Sr. Cortés y López que otro dato a su favor es que las piedras de afilar celebradas en la antigüedad no nacen cerca de Fuenllana, sino un poco al oriente de Daimiel. Tras estudiar detenidamente el “Itinerario de Antonino” se deduce la existencia de un camino romano que salía desde Laminium a Toletum con una distancia de 95 millas o 23 leguas, y estas son cabalmente las que hay de Daimiel a Toledo.
Pasaba otro camino que salía de Mérida para Zaragoza, por Laminium y Titulcia, contaban los romanos 82 millas en este recorrido, que son las mismas que hay desde Daimiel a esta última población.



También se sabe donde estaba Sisapo, que es en Almadén de Azogue, el Itinerario nos da de Sisapo a Laminium 100 millas o 25 leguas, que es justamente la distancia entre Daimiel y Almadén.
Los pueblos intermedios, entre Sisapo y Laminium, eran Carcubium (Caracuel) y Turrel , que pasando por el puente romano del Jabalón se llegaba a Mariana (Almagro), de allí a Laminium y de aquí con 40 millas a Alces (Alcázar de San Juan).

Todo parece encajar en el estudiado razonamiento del Sr. Cortés y López y nada importa la aparición de la lápida en Fuenllana con la inscripción relativa al municipio laminitano, ya que es conocido que estas dedicaciones se hacían por voto o religión y el que las hacía las cumplía en el pueblo donde habitaba y este devoto pudo perfectamente vivir en Fuenllana.

Otro argumento en favor de Daimiel es la opinión de Juan Vosio en su obra etimologías, donde asegura que la voz lama ha podido derivarse en Laminium y que ésta significa “ojos de donde manan los ríos”, es ésta una evidencia más de la relación Laminium – Ojos del Guadiana.

Itinerario de Antonino


En mi opinión el enigma está servido y los futuros descubrimientos arqueológicos sin duda lo descifrarán, pero en opinión del autor de este articulo, compartiendo la opinión del Sr. Cortés y López, con alguna puntualización, quizá el asentamiento de Laminium no se corresponda con la actual Daimiel pero si puede estar muy cerca de nosotros, en el entorno de los Ojos del Guadiana.

Ojos del Guadiana

Daimiel no es Laminium, pero todo parece indicar que se encuentra enterrada en el entorno de los Ojos del Guadiana.